Vistas de página en el último mes

lunes, 21 de junio de 2010

Nuestras emociones y altibajos con los Tecolotes de Nuevo Laredo


20/VI/2010

Nuestras emociones y altibajos con los Tecolotes de Nuevo Laredo.

Solo es un pensamiento muy personal donde sentimientos encontrados galopan en mi interior, un recuadro donde guardo con cariño y con tristeza un cofre de emociones donde solo dejo divagar aquellos que me dan satisfacciones y dejo apenas asomarse aquellas imágenes que me provocan melancolías.

Los Tecolotes de Nuevo Laredo, peloteros quienes se llevan mi cariño grande y sincero, unos más que otros, pero en general todos merecen mi respeto y admiración, de una forma u otra.
En años anteriores no quisimos acercarnos mucho a los peloteros para no encariñarnos tanto con ellos, aunque nos acercábamos con respeto y admiración (me refiero en plural porque si no fuera por mi esposo, simplemente no hubiera ido al parque de beisbol, él me enseñó a disfrutar del rey de los deportes) los apoyábamos y animábamos desde nuestras butacas en el parque “La Junta” desde 1976 hasta en nuestros tiempos en el nuevo estadio de beisbol Nuevo Laredo.

La vez que nos quitaron a nuestro querido equipo, nos sumíamos en los brazos de la nostalgia, añorando aquellos aciagos días y pidiendo de corazón nos devolvieran a nuestros queridos Tecolotes, mientras su recuerdo… esos tiempos que nos hicieron alegrar y en otras sufrir, surcaban las emociones de un extremo a otro, nunca de enojo, pero los teníamos, eran nuestros, nuestra familia.

De nuevo los tenemos en casa, desde el 2008, un equipo totalmente diferente, sin aquellos peloteros quienes tanto nos emocionaron, pero algunos de ellos llegaron como coach y/o managers, ¡Qué alegría! Despertando en nosotros, sus aficionados un cúmulo de curiosidad y sensaciones, arrollando de inmediato aquellos recuerdos cuando eran jóvenes y dieron todo sobre el terreno de juego… ahora con sus conocimientos adquiridos como beisbolistas dan su apoyo y tiempo enseñando a los nuevos y de la mano con los demás veteranos peloteros que estuvieron activos recientemente en otros equipos, prestados o ya con la camiseta de nuestro equipo, dieron principio a una nueva temporada del rey de los deportes, de nuevo nuestros.

Hemos pasado con alegría y a la vez con tristeza dos temporadas con nuestro equipo, entre triunfos y derrotas los hemos seguido más de cerca, hemos entablado amistad y contacto más directo con ellos dejándonos lindas sensaciones.
Temporada 2010, una temporada donde más nos acercamos a los Tecolotes, ofreciendo nuestra amistad sincera y apoyándolos aun más, animándolos enseñándoles desde nuestros asientos banderas de las nacionalidades de nuestros peloteros incluyendo la nuestra, gritando sus nombres varias veces en su turno al bat, bailando al compas de las melodías de los audios con pompones y sin ellos, regalándoles con mucho cariño cuadros con fotografías cuando nos retratábamos con ellos, haciéndolos sentir como en familia pues formamos una.

Esta temporada beisbolera, ya casi en su término, entre satisfacciones y desilusiones, con gran tristeza y desesperación vemos que muchos de los aficionados y fanáticos no se dan cuenta que todos los peloteros son grandes seres humanos que llevan a cuestas tantos problemas familiares y personales, no se dan cuenta que todos merecen respeto. Cuando el marcador va a favor nuestro, muchos de ellos se vuelcan con vítores y olas, pero apenas ese marcador va cayendo… empiezan con insultos mientras que otros simplemente se les marca el enojo o desesperación en sus caras y/o dejan de apoyarlos, en lugar de animarlos con más fuerza para que el equipo reaccione y por su público se den fuerzas para seguir luchando con carreras por anotar.

Por otra parte, nuestro cariño hacia ellos va en aumento, sobre todo con algunos de ellos que aprecian lo que hacemos, aprecian y sienten nuestro cariño sincero, se acercan a nosotros con simpatía y afectos, hecho que nos complace, nos honra y nos hace muy felices, los vemos en el terreno de juego y a la distancia con saludos afectuosos y sonrisas nos prodigamos una hermosa comunicación en armonía y repito, de cariño. Cada vez que nos acercamos a ellos en el dogout, su saludo de mano acompañados de sonrisas sinceras, sus cálidas palabras de afecto nos hacen sentir de lo mejor, nos hemos ganado su confianza y amistad que por nuestra parte lo agradecemos muchísimo y bendecimos. Cada mirada, cada palabra, cada ademán acompañados de mucho afecto.

Nos hemos encariñado demasiado con ellos, nos afectan sus problemas y compartimos sus alegrías, hemos alimentado un lazo muy fuerte de amistad, pero… ¿Qué sucede cuando ellos se van? ¿Qué sucede cuando ya no los vemos más? Nos duele mucho, nos duele demasiado cuando tan solo uno de nuestros amigos no tiene otra opción más que marcharse por los cambios que hacen sus directivos, lo extrañaremos mucho y nos duele… hay quienes nos sugieren no encariñarnos de nadie porque el beisbol como en los demás deportes es así, jugadores vienen y van, tienen mucha razón pero esto me hace sentir mal, es increíble tener que hacer a un lado nuestros sentimientos para no salir heridos, ¡No! Es cruel la vida tanto de nuestros amigos beisbolistas como la nuestra cuando alguno de ellos se tienen que marchar, ¿Es muy complicado entender que todos tenemos sentimientos? ¿Es muy difícil comprender que es inevitable encariñarse de ellos? ¿Qué es lo que va a pasar después que un pelotero amigo se va? Al parecer, para la gran mayoría todo sigue su curso, el pelotero se tendrá que acostumbrar a su nueva casa y equipo, a otros aficionados y amigos, todo vuelve a su normalidad, la vida sigue, tiene su continuidad, mientras que nosotros nos tendremos que acostumbrar también a otros peloteros y continuar con nuestro ambiente beisbolero… mientras no surja este sentimiento de nuevo que deja un hueco enorme en el corazón… el gran cariño a un pelotero amigo, por lo tanto… este sentimiento se ha apoderado de nuestro ser.


Pili González



Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Nuestro 34 aniv. Beto y yo

Photobucket

martes, 8 de junio de 2010

Los niños en el estadio de beisbol Nuevo Laredo













Los niños en el parque de beisbol de Nuevo Laredo, Tamps., México.
Niños, esos chiquitines y chiquitinas de miradas curiosas y traviesas llegan ilusionados al estadio de beisbol del Club Tecolotes de Nuevo Laredo, ellos quienes desde antes de entrar al recinto llegan con sus ojitos prendidos de alegría dispuestos a apoyar a los jugadores y de estar muy cerquita de ellos admirándolos, jugando, riendo, ven el juego durante el partido a celebrar, repiten al unísono "Tecos, Tecos, Tecos" para ambientar.
Niños quienes con su gran carisma, hambrientos de hacer más amigos, se buscan unos a otros sin importarles color, religión o estatus social, llegan a divertirse como grandes compañeros entre los pequeños vendedores y los aficionados que pagan su boleto, comentando a veces sobre el partido de nuestro equipo de la liga mexicana del beisbol, imitando en muchas ocasiones a su pelotero estrella o simplemente con gran entusiasmo repiten los gritos de ánimo que damos los mayores a los jugadores: "¡¡Vamos Tecos, vamos!!".
Niños, cascada de alegría e ilusiones que distinguen nuestro estadio, iluminando de preciosas sensaciones con sus tiernas y hasta picarescas caritas dando colorido y folklor a nuestras vidas.
¡¡Que vivan los niños!! Benditos sean por siempre.
Por ellos, la directiva del Club Tecolotes de Nuevo Laredo, han premiado a los niños con bolsas de dulces y rifas de regalos y los siguen apoyando con promociones para motivar a sus padres y los sigan llevando al parque e invitar además a todos los aficionados vayamos a divertirnos.
Por nuestra parte, como aficionados que somos, apoyamos a nuestro equipo mostrando las banderas de sus respectivos países incluyendo el nuestro, dándoles cálidos ánimos a cada pelotero, bailamos con o sin pombones al ritmo de alguna canción, también aportamos un poquito a los pequeñines regalando en algunos partidos dulces y pitillos, para que su estancia durante los partidos les sea aun más placentera, divertida y sigan disfrutando del rey de los deportes, además de premiarlos con mucho cariño ofreciéndoles un presentito cuando sabemos que cometen una buena acción.
Niños en el beisbol, una gran tradición.



Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket

Photobucket