Un poema sensual de corte erótico.
Enero_ 2010
Femineidad hechiza
Un raro sopor me embriaga en el alba
desprotegida de las emociones,
me seduce suavemente, con calma,
se van desatando mis sensaciones.
Un tenue rubor se adhiere en mi cara,
se eleva el velo de mil tentaciones,
la foguees de mi cuerpo como gata
sacude las intensas ilusiones.
Se eriza desesperado mi vientre,
sobre mis pechos, caricias ardientes.
¡Fantasía! Divaga hasta que encuentre
satisfacciones de dichas clementes.
Mi mente vuela como bailarina,
las manos se entregan en mi contorno,
lágrimas escurren en mi mejilla
complaciente humedad. ¡Ay! No controlo.
Irrumpe la angustia desenfrenada,
colisionan sentidos despiadados.
¡Ah! Femineidad se torna hechizada,
mi cuerpo y alma… ya están consolados.
Pili González
Femineidad hechiza
Un raro sopor me embriaga en el alba
desprotegida de las emociones,
me seduce suavemente, con calma,
se van desatando mis sensaciones.
Un tenue rubor se adhiere en mi cara,
se eleva el velo de mil tentaciones,
la foguees de mi cuerpo como gata
sacude las intensas ilusiones.
Se eriza desesperado mi vientre,
sobre mis pechos, caricias ardientes.
¡Fantasía! Divaga hasta que encuentre
satisfacciones de dichas clementes.
Mi mente vuela como bailarina,
las manos se entregan en mi contorno,
lágrimas escurren en mi mejilla
complaciente humedad. ¡Ay! No controlo.
Irrumpe la angustia desenfrenada,
colisionan sentidos despiadados.
¡Ah! Femineidad se torna hechizada,
mi cuerpo y alma… ya están consolados.
Pili González
no sé, pero siempre diré: las mujeres aman más que los hombres.
ResponderEliminarbesos.