Cuando el dolor del alma es intenso... siempre habrán esperanzas que nos aguardan.
No claudiques
(En mi alma)
En el inmenso mar de mi pecho
burbujas de temores lo habitan,
se exalta agudo sin más consuelo
nacientes estelas y heridas.
En corrientes mi mente divaga
como sirena ciega, aturdida,
un sombrío destino se encaja
se opaca figura cristalina.
Y en la profundidad de mi lecho
siluetas nacaradas dormitan,
quimeras ahogadas en el huerto
de corales que se debilitan.
Se desploma agónico mi aliento,
umbral de fantasías perdidas,
lejos vislumbro endeble destello
esencias resurgen encendidas.
Pili González
muy bellos versos, pili. gustazo siempre visitarte.
ResponderEliminarun besote
Querida amiga Pili, ha sido un plcer recorrer tu espacio,me gustó besitos con amor y cariño de Manuel Granados.
ResponderEliminarMuchísimas gracias mi caballero Relith por tu siempre hermosa compañía amigo mío.
ResponderEliminarMil gracias mi querido Manuel, por llegar a dejar tu preciosa huella en estos humildes versos.
Les dejo mi cariño grande y sincero con un beso.