Cuando se cruzan estaciones invernales del alma, se intensifican las cascadas en lágrimas.
En mi locura
En el embrujo de una tibia noche,
mi mente divaga en el laberinto
como encendida daga en mi locura
se aferra en mí, tu recuerdo exquisito.
Y en suave viento súplicas arrojo
que las arrope al llevarlas contigo,
te lleguen envueltas en dulces cantos
y me devuelvan tu voz, mi sentido.
Corono los mares de tu recuerdo,
en la marea brava sin convicciones,
te veo entre las agitadas aguas
salpica mi cara de sensaciones.
Allá en el cielo dibujo tus manos,
se envuelvan en nubes y me acaricies,
por las noches busco tus claros ojos
y en titilantes estrellas me guiñes.
Esta tristeza en mí no lo soporto
¡Dios! No alcanzo a comprender tu partida,
te adoro, quisiera estar a tu lado
y en el sueño largo sanes mi herida.
Pili González
Una locura que se escribe en versos de dolor, de ausencia de nostalgia y melancolia.
ResponderEliminarAmiga un placer visitarte besitos y un abrazo muy calido.
Mi queridísima amiga, muy agradecida por tu linda compañía, Dios te bendiga siempre. Gracias por ser y estar.
ResponderEliminar