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martes, 19 de junio de 2012

Heme aquí papi



Un humilde poema de mi autoría dedicado a mi papá.



Heme aquí papi.

Ya es de noche, sigo sentada en el suelo
atrapando memorias, heme aquí a tu lado,
que entre lágrimas y sonrisas capturo
cada preciso momento que me has dado.
Papi, te echo de menos, me haces falta,
repaso mi savia incomprendida,
tu ternura me arrebató días tristes,
dichosa y serena te disfruté en vida.
Al menos descansas feliz al lado de mi madre,
esa gran mujer que esperó hasta volverte a ver
y hace tiempo te siguió a los jardines de Dios
y ahí su gran amor volvió a nacer.
Ah papi! Heme aquí a tu lado platicando,
recuerdos de infancia divagan cual burbujas,
canciones, juegos, distracciones, paseos
y en mi carita sonrisas dibujas.
Llegan cápsulas de cuando fui adolescente
me atrapan, me llenan de nostalgia pura,
carnes asadas con nuestros novios en casa,
reuniones familiares y valores como asignatura.
Tu gran amor de padre me tornó valiente...
cuántas estaciones me tomó serlo.
Te cuidé en padecimientos y convalecencias
y aún sigo, por tu amor de padre agradecerlo.
Cómo pasa el tiempo papi y heme aquí aún sentada tejiendo remembranzas del cofre de mi corazón que deambulan en el vuelo de suspiros,
bañadas con lágrimas de gratitud y dolor.
Y heme aquí papi, heme aquí a tu diestra,
de tu sepulcro abrazándote abatida,
heme aquí acariciando cada lapso que Dios nos prestó
heme aquí a tu lado aún sin ser tu consentida.
Te amo papi.

Pili González


miércoles, 29 de febrero de 2012

Con los verbos en las manos


Un humilde ensayo que realicé con el permiso de mi amigo, poeta y escritor coahuilense Juan Martínez Tristán.



Con los verbos en las manos.


No tenía ni idea a lo que me enfrentaba al desear escribir sobre un escritor del cual elegiría de una lista y menos por el escaso tiempo en el que me vi envuelta. Sí, es un gran honor para mí conocer más de cerca a un escritor y dárselos a conocer a través de mis palabras. Escogí primeramente dos nombres y me incliné a uno de ellos, me dije: “tengo que vencer este miedo a un posible rechazo, debo de tomar al toro por los cuernos” y me lancé a buscar páginas de la web que me permitieran contactarlo, fue por medio de una conocida red social donde tuve el privilegio de encontrarlo; en cuanto le expliqué mis motivos e interés, él, muy amablemente accedió a darme una oportunidad al entusiasmo grande que vertí en mis humildes palabras, al tener el privilegio de escribir, a mi humilde percepción, sobre un gran Educador, Poeta, Músico y Promotor Cultural, me refiero al maestro Don Juan Martínez Tristán, incansable y enamorado de las letras, sus incesantes inquietudes literarias y sus múltiples labores educativas nos llevan a un verdadero oasis de su más grande pasión: La poesía.

El mundo lo vio nacer en el año de 1927 en Saltillo, Coahuila, desde su niñez se vio cubierto por una notable habilidad para la expresión escrita, su cualidad tan peculiar hicieron que sus maestros se alentaran al incluirlo en festivales y concursos donde sobresalía exitosamente. A sus diez años de edad, ya se había sumergido en varias aventuras como en “Los Viajes de Gulliver” y los cuentos de León Tolstoi entre muchos otros textos de la inmensa biblioteca familiar. El padre tiempo lo encaminó a su adolescencia cuando realizó sus estudios en la ciudad de México y planeó la publicación de un periódico estudiantil que no pudo llevar a cabo por regresarse a Saltillo donde seguiría sus estudios en la Escuela Normal para Profesores, precisamente ahí, se entregó de lleno a su tendencia literaria cuyos principales versos de amor los escribía a sus compañeras y los picarescos a sus profesores. Don Juan cabalgó apasionadamente en las lecturas de los románticos y los modernistas, dando origen a su primer poema formal titulado “Viejo Guardián”, poema con reconocimientos el cual se incluyó en el libro “La obra de una vida” (1947), es ese tiempo Don Juan evocó su idea de joven, dar a luz a un periódico estudiantil que bautizó “El Espeta”, donde logró una edición con los recursos más rudimentarios, sin embargo, su estilo festivo y fresco causó gran conmoción. Sus ejemplares originales se encuentran en el Museo del Normalismo junto a alguno de sus poemarios.


Fue el poeta José León Zaldívar quien lo guió a una moderna forma de estructura: El Vanguardismo, del cual era partidario, eran entonces duramente criticados e incomprendidos. Don Juan se adentró completamente a las lecturas de poetas nuevos Contemporáneos y todo el séquito de autores de la literatura universal. El paso a estos campos era una odisea, pero ingresó a estos espacios con un estilo muy propio, definido bajo imágenes intensas, distintas y con un lenguaje limpio. Por estas fechas culminaron sus estudios y se dio el lujo de adentrarse a la aventura del mundo real, transportando en su endeble equipaje sus inquietudes literarias trasladándose a Cd. Reynosa, Tamaulipas, donde ejerció la docencia, alcanzando después cargos directivos.


Su gran amor a la poesía lo llevó a alternar sus funciones con el exquisito vergel de la poesía y llegó a ampliar su visión de actualidades literarias, creando imágenes en versos. Incansable Don Juan, fundó además una academia de música formando grupos corales y musicales, participando prestigiosamente en la fundación de la Casa de la Cultura local y fue presidente de la Corresponsalía del Seminario de Cultura Mexicana. De regreso a su tierra natal, dirigió con éxito el desaparecido Centro de Artes Visuales e Investigaciones Estéticas cobijando a toda manifestación cultural, impulsó la creación poética a través de talleres de poesía orientando a jóvenes escritores. Creador de una literatura pulcra brota la belleza de la palabra, impactando en sensibilidad de quien se acerca, realza al verbo, su amor a la poesía ha sido el mayor estímulo y motivación de su vida con la silueta y lenguaje de su compañero el piano.





Tomando uno de los tres libros que Don Juan tuvo la amabilidad de obsequiarme, me ahondo en las mágicas aureolas de algunas de sus inspiraciones de su libro *Memorial de Otoño*, Don Juan nos introduce a la suave y cálida caricia de su tierra bendita, sellando así el pacto de los verbos con sus diestras manos en un suave vaivén a lo mítico de aquella región coahuilense, en la más pura expresión escrita desde su alma. Cito estos Segmentos de: Elogio inconcluso y nostálgico de Saltillo.

I
Dulce aliento de la sierra
acaricia y besa el suelo:
noble brisa de mi tierra,
limpio viento, claro cielo.

II
Tierra: Una voz de soles me acompaña
a tu jardín de tema en primavera.
Busco el poema de ayer,
la piedra entre el viento viejo
o la flor azul de la montaña.

Tras de mi hueso
que alberga un álamo sentido
trazo un antiguo volar de golondrinas
cuando calleja arriba
el alma sabe a gravedad de campana
y plegaria de palomas...

Tan versátil nuestro poeta y amigo, nos lleva de la mano en un torrente nítido de su alma, desde los rincones de los recuerdos hasta el mismo átomo de una realidad que a veces duele en nostalgia. Convoco el siguiente poema:



Las plumas
Ya no son como las de antes.
Se usaba tintero.
Se manchaba uno la ropa
las manos y el pensamiento.
Pero se podía hacer caligrafía
y trazar una A sombreada
o una P rameada.
Ahora corresponden al hombre
actual, al de la edad de plástico.
Con ellas se escriben tarugadas
más elaboradas
y acaban sin tinta
mascadas.
Y se botan.
Como lo haces tú con mi alma.
Aunque mi alma siga igual.
Como las de antes.

Ahora, desde su libro *Cuatro vientos*, Don Juan nos eleva a un plano espiritual de amor, candencia y estilo muy a su estilo, poesía que se ciñe en el corazón, a Sirio vestida da luna.

Sentimental inventario

Sentimental inventario
de tanta línea secreta
he estado siempre en el diario
de tu contante poeta.

¿Cómo te han dicho en la vida,
princesa, belleza, diosa?
Esta es mi frase sentida:
que tengas dicha, preciosa.

Que sea tu futro intenso
sin pena amarga o dolor,
retén mi cariño inmenso
y no me olvides, amor.

Y de vuelta nos sacude en una realidad que a nosotros, como artesanos de palabras nos envuelve en ese velo de veracidades, como menciono a continuación.

En vista de que la poesía
no se lee
y mucho menos vende,
quisiera poner un anuncio
a manera de promo:

“Se rentan poemas,
precios módicos.”

A ver sí.

Y me hace vibrar al aventurarme en los versos de Don Juan y retomo el vuelo ahora con su libro *El último brindis*, con un poema al que aclamo como una magnífica reflexión, o mejor dicho, la mejor oración. Este último libro que deliberadamente escogí para aventurarme al final del día, en el crepúsculo de un yo (él) interior y del otro yo (él) exterior, para cerrarlo en la cúspide de luna llena.

Logos
=En el principio era el Verbo 1 S. Juan. 1=

Es increíble lo alcanzado
por algunos iluminados
con la virtud de la
palabra
y tan pocos decididos
en adentrarse en su posible belleza.

La palabra es universo de la creación
del pensar
y del sentir.

La palabra une,
la palabra se piensa
se dice
quedo
duro
se oye
se escribe
se lee
en silencio
en voz alta.

La palabra se toca

ánima germinal.

Doy vuelta a las páginas, por supuesto que no voy al orden natural de su curso, entonces en concordia con mis juicios se cruza en el recorrido este Pensar:

Un Pensar

Un momento de clausura
en la garganta
al estar bajo la frescura de un árbol,
lectura de nuestro cercado interior.

Amplia visión
de lo no acabado de entender,
estuche de la mirada triste.

Voces de hojas escapadas
con sus estíos
se siente su ruta como pasado
suspiro.

Los senderos de la miseria
no deben rondar al corazón.

Un texto que me dejó anonadada y a la vez me sacó una sonrisa... Don Juan, ya le contaré el resultado de su meditación, manos a la obra o verbos en las manos, una semana con poesías y la otra con música, generalmente yo acaricio solo algunas hojas estando de muy buen humor:

Inusuales oyentes

¿Tendrán las flores,
los árboles, alma?

Hay quien piensa afirmativamente.
De alguna manera hacen llegar
música a sus plantas
con la seguridad de obtener de ese modo
un desarrollo óptimo.

No imagino si habrá
un gusto vegetal
pero, de ser así, la lista de opciones
sería larga.
¿Gustarán de Bach, Mozart o Beethoven?
¿De Bartok, de Stranvinsky o Schönberg?
¿O melodías chinas, árabes o hindúes?
(Atención al rock arrebatador
de millones de ojos escocidos
y barbas púbicas.)

A lo mejor los jardines
podrían también gustar de la poesía.
Voy a leer a mis afligidos geranios
mis poemas.
Lo más seguro será verlos marchitados
de inmediato.
Aun sin tener alma.

Y repentinamente fluye como figura danzarina de una eterna caricia en versos de una Aceptación.

Aceptación

Nada de amarguras.
Acaso una vieja nostalgia
yéndose por el agostado
pecho.

Tener en el vuelo
de una sorprendida golondrina
abierto el espacioso día
y la inmóvil serenidad
de comprender la vida.

Nada inesperado, la sorpresa
ya estaba
desde el incipiente llanto.

El último brindis, el último de un bohemio por su reina y menciono unos fragmentos de su versar como una biopsia de la famosa canción de José Alfredo Jiménez:

I
Tiempo para no recoger
nuestras cosas todavía,
o para no recogerlas nunca,
oportunidad para establecer el equilibrio
entre los planes
y el destino.
Estoy en un rincón de mi existencia,
y si tuviera otro lenguaje
sería reconocible mi pensamiento...

...Te cubrí de rosas y de versos
me cansé de rogarle,
un cotidiano ritual
sólo para dos
en tardes cómplices,
amé la sombra de tus perfumes
aunque nada me dijiste
y deposité la piedra de la espera
en mi costado.

II
El mundo impuso el sacrificio
de las proximidades,
tu presencia
alumbró las viejas lontananzas
y vivificaste así a la Poesía.

El acuerdo no fue dicho,
la afirmación de siglos se estableció
en un pacto sin condiciones,
sólo una estrella lo sabría,
ella quiso quedarse,
surgió de ti otra mujer y también
brindo por ella...

...En presentido vuelco
ahora estás en mí,
en las horas del embozado calendario
de mi vida.
Brindo por última vez,
por tu imagen palpitante y desnudísima...

...Guarda de mí cualquier cosa,
le estoy poniendo letra
a mi última canción.

No pierdas mi nombre.

Protege, te pido mucho,
del anochecer en tus ojos,
mi recuerdo.

Salud




Y tomando los verbos por las manos, Don Juan nos hacer palpitar con sus imágenes, sus pensares, sus análisis, su yo y su todo para el deleite de todos nosotros. Gracias Don Juan por este bello legado que nos ofrece por su gran amor al arte de escribir, por el gran amor a la Poesía.


Como un regalo de mi parte hacia usted, le dedico estas humildes letras con mi cariño.

Con los verbos en las manos.

Quise adentrarme 
en su espíritu bravío, 
en sus pensamientos
el yo total.
Es tan recto su sentido
que en todo momento
es universal.
Me atrevo a pincelar
o rebuscar
mis voces que le den sentido 
al pensar,
no niego, mi fe es tan grande
que conforma en esta legión
de quimeras,
de joyas pulcras que es el Don de versar.
Con los verbos en sus manos
colma de versos 
aquella playa de la vida.
Con los verbos en las manos
me afronta 
a una cascada de hechizos 
y me conducen en un vaivén
de realidades, mientras que en mis
pobres siluetas
solo se emanan a través del espejo.
Me esmero, me atrevo
e hilvano poesía, 
mi humilde poesía
en el confín del alma.
Es para mi
todo un honor 
entrar en sus letras,
en su amor al versar.
Benditas obras, 
enriquecidos legados
que tuvo a bien otorgarnos
con los verbos en las manos...
Gracias Don Juan.

(Dedicado a Don Juan Martínez Tristán)

Pili González
(Piliveryblue)


miércoles, 22 de febrero de 2012

En medio de la tormenta



Por muy fuerte que se avecinen
las tormentas del alma,
habrá un destello...
que iluminará el camino. 




En medio de la tormenta

Cuando las voces se ausentan
y el alma se apaga,
se desata en el entorno
una borrasca.
Se asoman siluetas
un tanto lánguidas
en el umbral del ocaso
se perciben inquietas
en el silente espacio.
Y en el torrente gélido
arrastra alientos
en lo más sombrío
donde el ser colapsa.
Ennegrecidos nubarrones
desencadenan sollozos
en el instante preciso
de un destello agónico.
Y en medio de la tormenta
subsiste un canto,
se mece en los adentros
cual celeste soplo.
Y en medio de la tormenta
su esencia reclama
el divino impulso
aleja el llanto.

Pili González
(Piliveryblue)

martes, 24 de enero de 2012

Encuentro con el maestro Borges



Un humilde homenaje y con mucho respeto a
Don Jorge Luis Borges.
Humildes letras de mi
autoría a un gran maestro.




Encuentro con el maestro Borges

No suelo divagar a través del tiempo,
sin embargo, un día soleado, como tantos días en verano,
me lo propuse y así conocí un poco más de sus obras y de su vida,
la esencia de Jorge Luis Borges.

En un recorrido en el tren del tiempo,
a mi lado una quimera del pasado
absoluto impulso de conocerlo
atesoro el suspiro anhelado.
De esta manera en su vida me adentro
con admiración y respeto en mi mano,
su savia sufrida como el yelmo
donde guarda heridas de antaño.

Se impregna en su niñez del Quijote,
era entonces una época dorada,
exploraba vehemente el horizonte
donde trazara la meta acariciada.
La adversidad fue su gran azote
cuando fallecía su abuela amada,
dos libros mudos en un islote
y su corazón sin una aliada.

Argentina: su vida entera,
lo acuna en su cálido regazo,
por ella, sus obras le entrega
en su ejercicio, trazo a trazo.
El verbo emerge y libera,
universalidad sin remplazo,
ideología y crítica sincera
pincela de fulgor al ocaso.

Una sombra se ciñe en su entraña,
cuando Perón inminente se alza,
súbito de su progenie lo separa
la aflicción de nuevo la calza.
Con el tiempo la gloria acompaña
fiel a su ilustre andanza.
El percance como filo de espada
frenético irrumpe y lo alcanza.

El mundo entero te llora

la privilegiada voz se apaga,
pero el verso puro te evoca
conservando viva la llama.

Borges, el señor literario, sabiduría en la perfección del lenguaje,
universalismo de ideas y originalidad,
nuestro orgullo por su belleza del verbo.

Pili González
(Piliveryblue)

miércoles, 4 de enero de 2012

Graciela González Blackaller



Graciela González Blackaller


28 –Dic.-2011

Quise conocer personalmente a una gran dama tamaulipeca cuando escuché su legado cultural y de amor en voz de una gran pintora y poeta en el tercer encuentro poético de los Santos Días de la Poesía, precisamente en Abril del 2011.

Por desgracia, no pude realizar mi sueño, ese sueño de tratarla y convivir con ella para entregarle alegría en sus tiempos difíciles. Se nos adelantó a ese viaje eterno donde algún día todos iremos, antes de realizar nuevamente mi viaje a Cd. Victoria.


Al menos la conocí por medio de fotografías, de anécdotas que me relataron y algunas de sus obras por medio de la voz de NoraIliana Esparza Mandujano, pero fue una fotografía de Doña Graciela, la que me llamó poderosamente la atención, tan solo esa fotografía para mi tan especial, que era como si me invitara a conocer su alma y permitiéndome hacer un breve recorrido en su interior.







Conociendo a Doña Chelita

Atravieso la esencia de Chelita, como cariñosamente le llamaban sus seres queridos a través de una fotografía.


Mírate Chelita, mírate, que tus suaves ojos irradian ternura, germina una paz que envuelve y abriga, en tu leve sonrisa apropiándose de tus labios, recitan anhelos, quimeras dormidas, tal vez en espera de ser escuchadas para liberarlas de tu corazón.


Mírate Chelita, mírate, ese amor tan tuyo, quizá haya sido defraudado, pero sigue ahí, cubriendo la esencia de tu ser, obsequiándolo a quien te mire o escuche, entregándolo a aquellos afortunados quienes se acercaron a tu lado, a quienes desearon percibir tu voz incansable en el arte de la palabra, absorbiendo tu sabiduría que brota mágicamente por tu devoción, tus letras tan vivas como tu gran corazón en el baúl de las remembrazas.


Mírate Chelita, mírate, la palidez de tu apacible rostro donde escondes una tristeza infinita, incansable creadora de poetas, legando tus dones y en tus enseñanzas realzan la literatura tamaulipeca, cada minuto celebrado en arduas y preciadas tareas lo reflejas en tu figura admirada.


Mírate Chelita, mírate, que yo te miro con cariño y admiración, expresas tu dulzura en cada línea de tus facciones, me dices no pudiste esperarme para alimentar el alma, el espíritu de bondad, pero siempre estará esta fotografía, esta mágica fotografía donde me prendí al descubrir tu Ser. Chelita, Tu rostro lo llevaré siempre en mí.


Descansa en paz.


Pili González
(Piliveryblue)

sábado, 3 de diciembre de 2011

Besos fríos



Noviembre inicia funesta
con fríos besos
robando almas

y en dulces comparsas
sepultando sueños.





Besos fríos

Lágrimas rodantes
se estrellan en el pecho,
languidecen promesas
en sepulcros de Noviembre.
Surgen gélidas metáforas
en funestos jardines,
la muerte entre comparsas
merodea altiva.
Descalza imperante el silencio
la perpetua morada,
besa triunfante los labios
de las víctimas subyugadas.
En festín de sangre y llanto
la muerte embriagada bebe,
su risa eterna y macabra
triunfante roba savias
en besos fríos y tajantes.

Pili González

jueves, 1 de diciembre de 2011

Quiero ser...


Cuando de niña soñaba con ser ese alguien especial
para ayudar a los demás...









Quiero ser...

Cultivo mi sueño ferviente
en el edén de la alborada,
amparado del sol naciente
que alumbra mi vida rosada.

Quiero ser la monja pionera
aquella que tiene dicciones,
sanar la fractura severa
y del alma las infecciones.

Quiero ser la voz de la infancia
la que los llene de emociones,
en sus alientos la fragancia
motivarlos en sus misiones.

Quiero ser el dulce desvelo,
saber mitigar la fatiga,
la brisa posada en el pelo
frescura que anule la hostiga.

Responden con fuerza mis planes,
“niña, no queremos perderte,
las quimeras tan pronto hilvanes
con el tiempo van a morderte”

La infancia tan pura presiente
mi sueño tiene otra morada,
se clava en mi pecho doliente
como espina resquebrajada.

Pili González