Te siento impregnado
de hastío y coraje,
soy solo un estorbo
que en tu pecho yace.
No tienes manera
tan fina de odiarme
y en la ceguera cruel
ya no puedes guiarme.
Como extinta vela
derretida en mi alma,
la voz se congela
sin darte más clama.
Te sigo queriendo
pero estoy atada
siempre a tu capricho
que ahora me enfada.
No quieres que escriba,
me quieres sujeta
a tus pantalones
como una etiqueta.
Si a muchos les gusta
que escriba mis temas
estoy en la punta
de grandes dilemas.
Con todo y quimeras
silencias mi sueño
mi verbo se abate
se va mi consuelo.
Quiéreme escribiendo
así como soy,
me estás partiendo
y en tinta me voy.
Pili González
... sigue escribiendo Pili, no djes de hacerlo.
ResponderEliminarbesos
Adelante!!
ResponderEliminarTe hago un comentario y te mando lo que estoy poniendo a todos mis amigos.
Leídos y disfrutados tus pensamientos,
me adentro en tus palabras y veo el duende del tiempo,
el aleteo de las musas
y esa calidad humana que desprende tu pluma.
Felicidades poeta Hermana
Un besazo querida amiga
Te invito a
www.mareasdelalma.foroactivo.com
Allí estoy.
Cariñitos.
Amalia
Hola Pili, querida amiga mía.
ResponderEliminarHace tiempo que no pasaba por tu blog, pero uno siempre va ocupado.
Es un blog bellisimo y este poema es una buena muestra de ello. me ha encantado.
Te mando un fuerte abrazo y muchos besos
joan